martes, 25 de diciembre de 2007

mi gata


esta es la tercera navidad que paso con Maja.

ella llegó a casa una atareada noche de octubre, en medio de una mudanza rápida y algo sorpresiva. talía se mudaba a una casa en la que vivía un celoso perro, que no quería que ninguna otra mascota la compartiera con él. como Maja y yo ya nos conocíamos y nos teníamos cariño (nos gustaba dormir juntas), le ofrecí mi casa como su nuevo hogar.

las dos primeras noches se la pasó metida en un rincón, sin moverse mucho. miraba toda la casa desde una esquina escondida entre los cojines de la sala. ni siquiera tenía muchas ganas de comer. luego, poquito a poco, se fue soltando. he hizo de esta casa su territorio completamente: las escaleras, mi cuarto, la sala, la cocina, el baño y la tina, hasta el cuarto de mi mamá.

en estos tres años nos hemos querido y nos hemos peleado. nos hemos engreído y nos hemos acompañado. hemos sobrevivido juntas conatos de fuga, caídas desde el tercer piso, pérdidas de dientes, vacunas, antipulgas, celos madrugadores y escandolosos, noches sin dormir. me es difícil imaginarme estos días sin Maja. me gusta verla esperándome en la ventana cuando llego a casa. me gusta sentir sus maullidos cuando me demoro en subir a saludarla. me gusta que se me acerque sigilosamente cuando estoy viendo una película y se acomode para verla conmigo. me gusta que se eche encima mío y con sus ronroneos, se robe mi tristeza.

pensé que si Maja supiera leer, le molestaría mucho entrar a mi blog y encontrar que he escrito sobre Dante (un gato surquillano que por estos días me ha robado el corazón) antes que sobre ella. debo reconocer que esa era la intención. así que cuando los gatos sepan leer, Maja sabrá que ella ha sido la primera.

te quiero mucho Maja.
miauuuuuu.

domingo, 9 de diciembre de 2007

domingo


desde que empezó, sentí que este sería un domingo diferente.

no me gustan los domingos. nunca me han gustado. pero ayer, desde las 00:00 horas, lo supe. este domingo sería la excepción.

la madrugada me condujo a casa, sin ganas de juerga ni de mayor diversión. disfruté de un sueño reparador. un esplendoroso sol y una gata ronroneando me despertaron por la mañana. unas ganas locas de arreglar mis cajones y de preparar jugo de frutas de verdad (los de cajita son de mentira) fueron la continuación de mi día. luego, una llamada inesperada.

creo que los domingos me joden por lo que espero de ellos.
hoy no esperaba nada y todo pasó.
hoy regreso.

(la foto es de Sally Mann, una fotógrafa a la que recién estoy conociendo. preséntame más jor)