
en este mismo instante, la majita está entrando a la sala de operaciones, de nuevo.
por segunda vez en menos de una semana.
y estoy asustada. muchísimo.
siento que esta gatita ha acumulado en su pequeño cuerpecito todas mis batallas. que se ha absorbido toda mi rabia y mi mala energía acumulada. y que ahora está pagando por todas mis culpas.
desde que esta gata llegó a mi vida, no ha hecho más que acompañarme y estar ahí fielmente cuando más la he necesitado, cuando he estado más triste, cuando me he sentido completamente sola. cuando me encerraba en mi casa y lo único que quería era meterme debajo de la cama a esperar que el mundo se detenga, ella se metía conmigo. o cuando me tiraba frente a la tele (sin verla en realidad) se acomodaba junto a mi mientras con su ronroneo, poquito a poquito, le iba cambiando el tono a mi vida.
no me dejes majita.
no te mueras por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario