lunes, 3 de septiembre de 2007

Pequeño receso


Hasta hace un par de años, solía enfermarme con frecuencia. No es que saliera de una enfermedad para entrar a otra, pero cada vez que algo me daba, necesariamente me tumbaba a la cama y me mandaba derechito al doctor. Fuera una simple gripe o una complicada reacción alérgica, mi cuerpo parecía no poder defenderse de nada.

Mi mamá, principal compañera de todos mis males, se lamenta recurrentemente el no haber llevado un record escrito de todas mis enfermedades. Dice, además, que he sido de lo más creativa con eso. Es muy probable que pueda ordenar la historia de mi vida de acuerdo a las enfermedades que he tenido. Y eso ya es un poco preocupante.

Sin embargo, estos últimos 24 meses he gozado de una salud envidiable. Ni la gripe ni los raros viruses estomacales lograron alcanzarme. Pero, la racha saludable encontró su final a inicios de la semana pasada. Una contundente pielonefritis me mandó a la clínica por cuatro días y me tendrá recluida en casa por algunos más. Estoy advertida sobre lo largo que a veces puede ser el proceso de recuperación. Pero estoy siendo obediente y no me estoy moviendo de mi casa y estoy tomando los enormes y horribles antibióticos a sus horas y todos los días me acabo 3 litros de chancapiedra con agua de piña. Ejemplo de enferma.

En las pocas clases de manejo que tuve, me costó mucho llegar a 4ta velocidad. No encontraba un camino suficientemente largo que me permitiera pasar de 3ra a 4ta (salía a dar vueltas en el sapo de la Tía Ida, que no es que fuera el más veloz que digamos). Sin embargo, cuando lo podía hacer, me sentía poderosa y me daban ganas de que el semáforo nunca llegara, para poder quedarme en esa velocidad mucho más rato. Pero, llegaba el rojo del semáforo, había que frenar y luego con el verde, empezar en 1era otra vez, y esperar que se aparezca una pista lo suficientemente larga para llegar a 4ta de nuevo.

Yo estaba en 4ta. Y este semáforo con su enorme luz roja no me lo esperaba. Y me jode, un montón. Y ahora de nuevo a neutro pues, ni modo.

Han sido días intensos, hay que decirlo.

Me había prometido a mi misma no demorarme más de una semana en postear. Pero recién me animo a poner 1era otra vez.


P.D. Me dijeron que los riñones son la sede de los miedos o los temores no eliminados. Será?

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