domingo, 16 de noviembre de 2008

chau


el Poeta y yo nos hemos peleado (como tantas otras veces), pero esta vez ha sido la definitiva. ya nos hemos amistado y somos amigos de nuevo. tengo la sospecha de que no podemos pasar más de 5 días sin hablarnos. y no sé si eso es bueno o es malo. pero ahorita no me importa saberlo.

sé que siempre seremos amigos y eso me basta. pero esta vez me ha pedido que le devuelva la llave de su casa. que lo deje en paz.

me ha dado un beso en la frente y me ha dicho que ni la psicóloga, ni el prozac, ni el clonazepan son mi medicina. que la poesía de Jorge Eduardo Eielson es la que me va a salvar. y antes de pararnos de la mesa e irnos, abrió su libro y me dejó con este poema al frente.


albergo del sole ii

un día tú un día
abrirás esa puerta y me verás dormido
con una chispa azul en el perfil
y verás también mi corazón
y mi camisa de alas blancas
pidiendo auxilio en el balcón
y verás además
verás un catre de hierro
junto a una silla de paja
y a una mesa de madera
pero sobre todo
verás un trapo inmundo
en lugar de mi alegría
comprenderás entonces
cuánto te amaba
y por qué durante siglos
miraba sólo esa puerta y dibujaba
dibujaba y miraba esa puerta
y dibujaba nuevamente
con gran cuidado
comprenderás además
por qué todas las noches
sobre mi piel cansada
entre mil signos de oro
y tatuajes y arrugas majestuosas
me hacía llorar sobre todo
una cicatriz que decía
yo te adoro yo te adoro yo te adoro


(el retrato de arriba, es creación del siempre genial Cherman)

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