
pero tengo una buena excusa.
no hay nada mejor que manejar bicicleta escuchando the velvet underground, recorriendo calles ajenas, observando casas enormes e invivibles y queriendo que no importe absolutamente nada, nada más.
por eso hoy, llego tarde.
no hay nada mejor que manejar bicicleta escuchando the velvet underground, recorriendo calles ajenas, observando casas enormes e invivibles y queriendo que no importe absolutamente nada, nada más.
por eso hoy, llego tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario